Páginas

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Agridulce

Cayeron tus lágrimas agrias
en mi piel de cristal, y tus manos
tocaron lo profundo de este oceano
inmenso que habita en mi vientre,
la calma se hizo despues de la
tormenta de caricias y llanto.

Gritó el hombre de los árboles que
vive en tu cuerpo, gritó tan duro
que huyeron de mi las aves doradas
de mi paraiso utópico.

No te encuentro... no te veo mas
No te encuento... no te busco ya
No te encuentro...mis noches de ti
ya no sufren.

Estoy partida por la mitad, mis labios
secos, cansados y mis manos se pierden
en el rio de mis pesares.

Agonizante pasión, caramelo salado
de besos calcinados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, al parecer hoy era un buen día para levantarme y leer estas cosas hermosas que hs puesto y otras más que he leído hoy, me hacen decir y sentir que la vida vale la pena.

Saludos ;)

Ricardo Olvera dijo...

Grace,

nuevamente me demuestras que tus letras son tan fuertes como esa tormenta que devasta los campos...

es un escrito realmente hermoso, felicidades

beso felino!