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martes, 19 de diciembre de 2006

Alada Mortal.

Mujer de las flores
anciana bendita de lunas
y noches.

Claroscuro de vidas,
de miel son tus manos y
en tu boca crecen las
manzanas del pecado.

Mujer de fuego, luz
eterna que crece en tu
vientre, Diosa de las
palabras, entre tus piernas
se esconde el paraíso
secreto de los hombres.

Mujer del mundo, madre de
uno, las estrellas se
te dejan ver entre tus dedos.

Guerrera de la vida, musa
de los dones, bendita la
brisa que te permitió nacer
entre las nubes.

(Alada mortal serás amada,
querida y el día que mueras
se te recordará fuerte, grande.)

Tus manos son mis ojos y
Por las noches tu voz me cuida.

A mi madre.